“FESCOE creció en representatividad territorial y ayudó a gestionar políticas nacionales para el sector”

A 43 años de la fundación de la FESCOE, la celebración de este nuevo aniversario de la primera federación provincial de cooperativas eléctricas del país se produce a poco de renovar autoridades en una asamblea en la que -además de los temas de rigor- se avaluó el camino recorrido en los últimos años y se trazaron los principales desafíos para los que vienen.

Federico Ferrero, ex presidente y actual vice de la federación, enumera en esta entrevista algunos de los beneficios conseguidos durante su gestión. Su balance no se limita a la representación territorial de las cooperativas asociadas a FESCOE sino que también incluye los avances obtenidos desde su integración a la CONAICE y la Mesa Nacional de Cooperativas Eléctricas.

—¿Cómo se llevó a cabo la asamblea de FESCOE en la que se renovaron autoridades?

—Nosotros en marzo habíamos planeado hacer la asamblea correspondiente al ejercicio 2020 de manera presencial, cumpliendo los protocolos y con los permisos correspondientes. Lamentablemente la situación fue empeorando y surgieron decretos que impidieron esa posibilidad por lo que tuvimos que reconfigurarla y postergarla para mayo en forma virtual con una alta participación de las cooperativas asociadas y de veedores del INAES. Se dio a conocer todo lo referido a la gestión de 2020 tanto en lo económico como lo social. La masa de asociados aprobó la gestión de la federación correspondiente al 2020. Ese mismo día se realizó la distribución de cargos del Consejo de Administración. Hoy nos encuentra un nuevo aniversario, el 43º, con un nuevo cuadro de autoridades. Yo, que era el presidente, pasé a ocupar la vicepresidencia. El flamante presidente es el delegado de la cooperativa de San Gregorio, Vicente Losada, y se sumó a la mesa directiva el presidente de la cooperativa de Venado Tuerto, Ademar Aznar. Si bien han cambiado nombres, el espíritu de conducción es el mismo. Por mi parte, no puedo dejar de agradecer a los compañeros y compañeras del consejo de administración, a los colaboradores y al personal de FESCOE. También agradezco a las cooperativas asociadas que acompañaron la gestión con una visión común y una mirada en conjunto. Siempre nos apoyaron y confiaron en que podíamos llevar adelante una gestión beneficiosa para el sector.

—¿Cuáles son, a tu criterio, los logros más destacados de estos últimos años al frente de FESCOE?

En los últimos tres o cuatro años crecimos en un 20 por ciento en nuestra nómina de cooperativas asociadas. Es decir, crecimos significativamente en representatividad territorial. Durante el 2020 se distribuyeron unos 10 millones de pesos entre las cooperativas asociadas que están adheridas a los fondos solidarios de FESCOE, lo que les permite hacer obras o iniciarlas. También podemos destacar el convenio celebrado con la Empresa Provincial de la Energía (EPE) y el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, llevando tranquilidad a las cooperativas respecto al pago de la compra de energía. Hemos incrementado el asesoramiento que brinda FESCOE, contratando nuevos profesionales para ampliar el menú de servicios y herramientas a disposición de las asociadas. Pusimos en marcha programas de capacitación y de formación tanto de dirigentes como de colaboradores de las cooperativas asociadas. También se creó recientemente la Red de Mujeres de FESCOE, que es un hecho muy significativo. Como dato importante también rescato que en estos años hemos mantenido la representación como miembros titulares del Consejo de Administración de Cooperar. Esto es un compromiso que la federación tiene con las entidades de grado superior que integra.

—En el último tramo de tu mandato te tocó presidir la federación en el marco de una pandemia que presentó muchos obstáculos para el sector. ¿Qué análisis hacés de esta situación?

—El 2020 fue un año inédito, absolutamente signado por la pandemia. Eso nos trajo un montón de desafíos imprevistos y nos obligó a redoblar esfuerzos, a abroquelarnos en la federación y salir a pelear juntos un montón de cuestiones nuevas, sobre todo teniendo en cuenta que las cooperativas no podemos dejar de prestar nuestros servicios. A nivel provincial, la pandemia nos obligó a contener y tranquilizar a las cooperativas asociadas en el momento de mayor angustia e incertidumbre, cuando la cuarentena fue total y esto trajo como consecuencia un aumento importante de la morosidad, una caída del consumo, y otras cuestiones que no les permitían a las cooperativas cumplir con todos sus compromisos económicos. En ese sentido FESCOE se movió rápidamente y entabló negociaciones con la Empresa Provincial de Energía, con el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, de manera que se logró firmar un acuerdo fijado para agosto y que se extendió hasta noviembre. Este acuerdo establecía que las cooperativas podían abonar el 50 por ciento de las facturas de compra de energía a la EPE sin que el saldo genere interés durante esos meses y luego se refinanciaría con condiciones muy accesibles. Esto fue algo que trajo tranquilidad y permitió a las cooperativas enfocarse en lo más urgente, que era el pago de los salarios y, a su vez, garantizar la prestación del servicio, que siempre fue nuestro objetivo. Es necesario destacar que los servicios que prestan las cooperativas son públicos y esenciales, y se volvieron el doble de esenciales con el inicio de la pandemia. Por eso hubo que renovar esfuerzos para que cada vecino de cada localidad de la provincia siga manteniendo todos los servicios, aún en condiciones muy difíciles para las cooperativas al momento de prestarlos. En ese sentido hubo un buen trabajo de FESCOE acompañando con gestiones a nivel provincial y también hubo -y en esto va un gran reconocimiento- un buen trabajo de los dirigentes y del personal de las cooperativas asociadas que se pusieron la situación al hombro, arriesgaron su salud, y permitieron garantizar la prestación de los servicios.

—¿Este escenario complejo ayudó también a potenciar el peso de FESCOE en la discusión nacional de políticas beneficiosas para el sector?

—Sí. Afortunadamente, unos meses antes de que comience la pandemia, se había conformado la Mesa Nacional de Cooperativas Eléctricas. Fue una integración impulsada por Cooperar y CONAICE, sumando a la mesa a FACE. Esto nos permitió entrar en la pandemia con una integración del cooperativismo eléctrico ya iniciada y tener un ámbito de representación nacional unificado. Nos posibilitó salir a pelear con más fuerzas algunas cuestiones que las cooperativas en las provincias iban necesitando, discutiéndolas a nivel nacional. En ese contexto hubo gestiones a nivel INAES, Secretaría de Energía y el Senado de la Nación. El INAES nos acompañó desde el principio, tanto con la gestión del ingeniero Mario Cafiero como ahora con Alexandre Roig. A partir de allí tuvimos acceso a distintos ámbitos nacionales donde fuimos a discutir y gestionar una serie de medidas que creíamos necesarias para las cooperativas que integran las federaciones asociadas a CONAICE e integradas a la Mesa Nacional. Un logro histórico en ese ámbito fue la incorporación de un párrafo cooperativo al Artículo 87 de la Ley de Presupuesto Nacional 2021, que establece una serie de beneficios de condonación de deuda y de refinanciación para los agentes que tengan deuda con el mercado eléctrico mayorista. Concretamente, se logró que esos beneficios que obtenga el agente del mercado sean replicados, sí o sí, a las cooperativas aguas abajo, que no son agentes del mercado. Por el momento seguimos trabajando con la Secretaría de Energía para que cada una de las resoluciones para instrumentar este artículo mantenga el espíritu de respetar que todas las cooperativas reciban esos beneficios. Eso vino a complementar el acuerdo que se había logrado en la provincia y, si bien hoy todavía no está aplicado concretamente, es una gestión que va a implicar la inyección de cientos de millones de pesos al cooperativismo eléctrico.

—¿Cómo definirías el compromiso que FESCOE tiene con un ámbito como la CONAICE?

A fines de 2018, FESCOE junto con otras federaciones, acompañó en Mar del Plata el relanzamiento de la CONAICE, entendiendo que es el ámbito de integración de tercer grado a nivel nacional que debía encargarse del cooperativismo de servicios públicos. En aquel momento tomamos la decisión de trabajar por ese objetivo. Luego se suscribió un acuerdo con COOPERAR y con el INAES con el que se reconocía a CONAICE la representatividad en este sector del cooperativismo, y durante todo el 2019 se fue trabajando en la consolidación de la confederación y en el crecimiento de la misma. En este sentido se fueron sumando nuevas asociadas, otras federaciones. Así, el cooperativismo eléctrico nacional quedó unificado en ese ámbito. FESCOE tiene un gran compromiso con CONAICE. Entendemos que tiene que seguir consolidándose y creciendo en representatividad, en servicios y en actividad gremial. En este sentido creo que en CONAICE deben confluir también las federaciones de otros servicios públicos como las de Aguas y Saneamiento y de Distribución de Gas.

—¿Cómo identificarías a los desafíos que tiene por delante la federación?

Tanto a nivel provincial como nacional, creo que se tratará de consolidar las integraciones cooperativas, fortalecerlas y dotarlas de recursos para que cada vez tengan más peso. Por otro lado, hay que profundizar la formación y capacitación permanente y desarrollar la política de comunicación y de identidad del sector cooperativo. Sin dudas que temas como la conectividad, los desafíos de la reconstrucción post pandemia y las energías renovables y la transición energética son cuestiones sobre las cuales debemos estar preparados y profundizar el trabajo. Aquí en Santa Fe, le deseo éxitos en la gestión al nuevo presidente de FESCOE. Lo felicito por asumir el compromiso de ponerse al hombro la conducción de una federación, algo que no es fácil porque requiere sacrificar el tiempo que uno dedica a su cooperativa de base. Estoy seguro de que va a realizar una buena gestión.